¿Alguna vez te has preguntado qué te hace saltar de la cama con ganas cada mañana? Eso, querido lector, es tu Ikigai; tu razón de ser, esa mezcla perfecta entre lo que amas, en lo que eres bueno y lo que el mundo necesita / por lo que te pueden pagar.
Como freelance en tecnología, moverse en un entorno tan abierto puede ser liberador, pero también es muy desafiante. Sin un propósito claro, es fácil sentirse perdido entre proyectos, clientes y horas frente a la pantalla. Aquí es donde entra en juego el concepto japonés de Ikigai: es el faro para ayudarte a encontrar el sentido y la dirección en tu vida profesional. En este artículo, voy a intentar guiarte para descubrir tu propio Ikigai y aplicarlo a tu carrera como freelance.
¿Qué es el Ikigai?

Ikigai es un concepto japonés que significa algo así como «tu razón de ser». Es esa chispa que le da propósito a tu vida; el motor que te impulsa a levantarte cada día con energía. Se trata de un equilibrio entre lo que te apasiona, lo que se te da bien y lo que el mundo necesita y puedes monetizar. Cuando todos estos elementos se entrelazan, es ahí donde está tu Ikigai.
Para los freelancers, especialmente en tecnología, el Ikigai es más relevante que nunca. Sin jefes ni horarios fijos, tener claro tu propósito puede ser la brújula que guíe tus decisiones. Es el equilibrio entre trabajar en lo que te apasiona, usar tus habilidades al máximo y generar ingresos de forma sostenible.
Imagina que eres un desarrollador de software apasionado por la salud digital. Tu Ikigai podría ser crear aplicaciones que mejoren la calidad de vida de las personas, como por ejemplo una herramienta para monitorizar alguna enfermedad crónica (como la dermatitis atópica). Estás haciendo algo que amas, usando tus habilidades, resuelves un problema real y cobras por ello. El Ikigai no es un lujo, debería ser una necesidad para así vivir y trabajar con sentido, especialmente en el mundo freelance que está lleno de oportunidades (y distracciones).
Desglosando el Ikigai: Los cuatro pilares fundamentales

Encontrar tu Ikigai es como montar un puzzle (que te vamos a ayudar a montar), y las piezas clave son los cuatro pilares que deben estar conectados para así dar sentido a tu vida profesional. Aquí te los desglosamos:
1. Lo que amas hacer
El primer paso es identificar las actividades que realmente te entusiasman. Pregúntate:
- ¿Qué harías incluso si no te pagaran?
- ¿Qué te hace perder la noción del tiempo?
En el mundo tecnológico, esto podría ser diseñar interfaces intuitivas, programar soluciones innovadoras o colaborar en proyectos que impacten positivamente en el medio ambiente o la sociedad.
2. En qué eres bueno
Reconocer las habilidades en las que destacas es fundamental para construir tu Ikigai. A veces, somos nuestros peores críticos; así que no dudes en pedir feedback a tus compañeros (de trabajo), a tus amigos o incluso a tus clientes. Pregunta:
- ¿Qué crees que hago mejor que nadie?
Esto te ayudará a identificar tus fortalezas desde otra perspectiva más externa.
3. Lo que el mundo necesita
Este pilar conecta tus pasiones y habilidades con necesidades reales. Analiza las tendencias tecnológicas y pregúntate:
- ¿Qué problemas puedo resolver con mis conocimientos?
En tecnología, las oportunidades suelen sobrar; como, por ejemplo, a día de hoy automatización, inteligencia artificial, etc.
4. Por lo que te pueden pagar
Finalmente, tu Ikigai debe ser sostenible. Identifica cómo convertir tus habilidades y tu pasión en un negocio rentable.
Los pasos serían:
- Investiga el mercado,
- Observa a tu competencia, y
- Encuentra tu valor diferencial.
El camino hacia encontrar tu Ikigai siendo freelance

Descubrir tu Ikigai es un viaje personal, pero también práctico. Requiere conocerte a fondo, atreverte a probar cosas nuevas y saber dónde encontrar (e identificar) oportunidades. Aquí tienes tres pasos clave para poder lograrlo:
1. Autoevaluación
El primer paso es mirar hacia adentro. Dedica tu tiempo a reflexionar sobre lo que te apasiona y en lo que eres realmente bueno.
Una técnica útil es hacer una lista dividida en dos columnas: en una, escribe las actividades que disfrutas; en la otra, las habilidades que consideras tus fortalezas.
Otra idea es pedir feedback. Pregunta a tus personas de confianza (amigos cercanos, compañeros de trabajo y/0 clientes actuales). Estas perspectivas externas pueden ayudarte a ver cosas que quizás tú hayas pasado por alto en un primer análisis.
2. Experimentación y adaptación
No esperes que tu Ikigai llegue de la nada. Hay que salir y explorar. Como freelance, tienes la libertad de probar diferentes roles y proyectos para descubrir qué resuena más contigo.
Por ejemplo, puedes participar en un hackathon para resolver problemas del mundo real en equipo, o desarrollar un MVP (producto mínimo viable) basado en alguna idea que te resuene. Esto te permitirá experimentar y aprender qué proyectos/roles disfrutas y cuáles no.
3. Identificación de oportunidades en el mercado
El Ikigai no solo trata de lo que amas y sabes hacer, sino también de cómo conectar eso con el mundo. Usa plataformas como LinkedIn, Malt o Upwork para encontrar proyectos alineados con tus intereses. Asiste a eventos del sector tecnológico, conferencias y webinars para conocer tendencias y posibles clientes/colaboradores.
4. Ikigai como un viaje continuo: Mi historia
No desde mis primeros días laborales me di cuenta de que no estaba completamente satisfecho con lo que hacía. Después de unos cuantos años trabajando como desarrollador de aplicaciones móviles fue cuando empecé a hacerme preguntas. Aunque trabajaba en el campo de la tecnología, algo que me apasiona, sentía que me faltaba algo, que mi potencial no se estaba aprovechando al máximo. Sin embargo, fue precisamente esta sensación de inquietud la que me impulsó a buscar más allá de lo evidente, a cuestionarme y explorar nuevas posibilidades.
El descubrimiento de mi pasión por convertir ideas en productos digitales
Mi viaje hacia el descubrimiento de mi Ikigai comenzó cuando decidí dejar atrás la seguridad de un empleo convencional (como asalariado). Fue un paso valiente por mi parte, quizás un poco temerario, pero cada día me acercaba más a esa sensación de satisfacción personal que tanto había estado buscando. Descubrí que mi verdadera vocación es ayudar a las personas y a las empresas a convertir sus ideas en productos digitales tangibles, a materializar sus sueños en el universo digital en el que vivimos.
La transición hacia el freelancing
Después de descubrir mi pasión por idear y crear productos digitales, me di cuenta de que el siguiente paso natural era convertirme en freelance (para así poder ayudar a cuantos más clientes mejor). Sabía que para poder alinear mi trabajo con mi propósito (y encontrar el equilibrio entre vida personal y profesional), necesitaba la libertad y flexibilidad que ofrece este camino.
Este nuevo rol me permitió no solo seguir mi pasión, sino también colaborar en proyectos muy diversos; desde pequeñas startups hasta grandes corporaciones. Cada proyecto me ha enseñado algo, lecciones significativas sobre mí mismo y sobre lo que realmente valoro en la vida.
Es cierto que no todos han resultado ser como esperaba (como la vida misma es); me he enfrentado a renuncias, malentendidos con clientes y desafíos de coordinación para alcanzar objetivos comunes. Sin embargo, desde mi perspectiva, estas experiencias «negativas» son grandes fuentes de aprendizaje y también me acercaron (más) a esa intersección perfecta de lo que amo, lo que soy capaz de hacer, y lo que el mercado necesita.
El freelancing no es mi Ikigai, sino la vía que he elegido para vivirlo.
«Mi verdadera pasión, como ya he mencionado, es ayudar a otros a dar vida a sus ideas, y ser freelance me permite hacerlo en mis propios términos, adaptando cada proyecto a mi visión personal de lo que el mundo necesita.»
Ser freelancer requiere habilidades específicas, como la capacidad de adaptarse ágilmente a diferentes personas (clientes) y situaciones (entornos), así como contar con poder de convicción, para transmitir seguridad y decisión. Pero estas habilidades solo se adquieren a través de la práctica y la experiencia directa. Cada proyecto que realizo me alinea un poco más con mi Ikigai, a ese punto donde convergen mis pasiones, habilidades, valores y necesidades del mundo.
Si te encuentras en ese punto de inflexión en tu vida donde sientes que hay algo diferente que estás destinado a hacer, te animo a que te pongas en contacto conmigo. Estoy aquí para acompañarte en cada paso del camino, como he hecho con algunas otras personas haciendo coaching (para empezar en el mundo freelancing o transicionar hacia el mercado laboral de la salud digital). Juntos, hagamos de tu pasión tu forma de vida.